Editorial Eduardo Aliverti - 20 de febrero de 2021

El escándalo de las vacunas aplicadas a amigos del Poder asombró a todo el arco político, social y mediático. La rápida reacción del Presidente Alberto Fernández de pedirle la renuncia al ministro de Salud, Ginés González García, redujo el daño irreparable lo mejor que pudo. ¿Cómo es que nadie encendió la alarma gubernamental al observar que no se respetaba el criterio general para aplicar vacunas a personas fuera del registro oficial y en una repartición pública? Se trata de un golpe durísimo para el Gobierno Nacional, aplicado por los propios, quiénes se disparan en el pie. Leer más

El escándalo de las vacunas aplicadas a amigos del Poder asombró a todo el arco político, social y mediático. La rápida reacción del Presidente Alberto Fernández de pedirle la renuncia al ministro de Salud, Ginés González García, redujo el daño irreparable lo mejor que pudo. ¿Cómo es que nadie encendió la alarma gubernamental al observar que no se respetaba el criterio general para aplicar vacunas a personas fuera del registro oficial y en una repartición pública? Se trata de un golpe durísimo para el Gobierno Nacional, aplicado por los propios, quiénes se disparan en el pie. Leer menos