September 06, 2019 14:08
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Corrían los años sangrientos en la Argentina. El país era gobernado por una dictadura militar encabezada por Jorge Rafael Videla, que había llegado para desmovilizar a la sociedad, articular un plan económico servil a las potencias y desintegrar a la oposición sin importar las estrategias. Para eso fue cristalizado el terrorismo de Estado basado en la persecución, tortura, muerte y desaparición de todas las personas consideradas subversivas. Así fue que comenzaron a llover las denuncias desde la propia sociedad argentina y desde el exterior del país. Para responder a las acusaciones, el Gobierno de facto montó una campaña para elogiarse a sí mismo, basada en publicidades que incentivaban el fervor nacionalista y sostenían que los argentinos éramos "derechos y humanos". La dictadura también organizó un mundial de fútbol en el que curiosamente salió campeona la selección nacional, lo que repercutió en un fervor popular basado en este espectáculo deportivo tan arraigado en la sociedad. Pero todo eso no alcanzó. Para testimoniar la realidad que el país atravesaba, en 1979 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos visitó el país y se quedó todo el mes de septiembre. Read more
Corrían los años sangrientos en la Argentina. El país era gobernado por una dictadura militar encabezada por Jorge Rafael Videla, que había llegado para desmovilizar a la sociedad, articular un plan económico servil a las potencias y desintegrar a la oposición sin importar las estrategias. Para eso fue cristalizado el terrorismo de Estado basado en la persecución, tortura, muerte y desaparición de todas las personas consideradas subversivas. Así fue que comenzaron a llover las denuncias desde la propia sociedad argentina y desde el exterior del país. Para responder a las acusaciones, el Gobierno de facto montó una campaña para elogiarse a sí mismo, basada en publicidades que incentivaban el fervor nacionalista y sostenían que los argentinos éramos "derechos y humanos". La dictadura también organizó un mundial de fútbol en el que curiosamente salió campeona la selección nacional, lo que repercutió en un fervor popular basado en este espectáculo deportivo tan arraigado en la sociedad. Pero todo eso no alcanzó. Para testimoniar la realidad que el país atravesaba, en 1979 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos visitó el país y se quedó todo el mes de septiembre.