December 03, 2022 11:08
00:00 / 25:42
6 plays
Reproducimos la entrevista que Charles Manson diera en 2011, desde la cárcel y tras 20 años de silencio, a Vanity Fair (...) En 1967, recién licenciado de su última prisión, viajó a San Francisco, conoció a algunos jóvenes hippies y se trasladaron a Los Ángeles. Vivían en comuna. La mayoría, veinteañeros. Manson, entrado ya en la treintena, con aspiraciones de convertirse en estrella del rock. Allí, entre noches de LSD y sexo, sonaba el Álbum blanco de los ingleses. Y un tema se repetía en bucle: Revolution 9. En él, una voz anónima y monótona repite incansable: “Number nine, number nine, number nine...”. Manson, según la teoría que estableció el fiscal, Vincent Bugliosi, y que corroboraron algunos de sus antiguos compañeros, lo escuchaba obsesivamente. Pensaba que los Beatles le enviaban un mensaje. “Number nine, number nine, number nine...”. Buen conocedor de la Biblia desde su estancia en prisión, acudió al Libro del Apocalipsis, capítulo 9. Y en él leyó: “El quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que cayó sobre la tierra; y se le dio la llave del pozo del abismo”. Después continuó escuchando Revolution 9, y a John Lennon repitiendo “right, right, right”. Pero él entendía “rise, rise, rise” (álzate) . Y en la voz de McCartney —“Go Helter skelter, Helter skelter, Helter skelter”— halló el impulso final a su visión personal del Apocalipsis: su Helter skelter. Según su premonición, en Estados Unidos se desataría una guerra racial entre blancos y negros. Ganarían los segundos, que acabarían con los primeros. Salvo con Manson y los suyos, que se esconderían en una legendaria ciudad perdida en el desierto —de ahí “la llave del pozo del abismo” que Manson creía tener— hasta que los negros, inferiores e incapaces de dirigir el mundo, les entregasen las riendas del planeta. Eso era Helter skelter**.** ** Así era la revolución que llegaba, según estableció Bugliosi durante un juicio que duró nueve meses y que aún hoy es un espectáculo.** (...) Read more
Reproducimos la entrevista que Charles Manson diera en 2011, desde la cárcel y tras 20 años de silencio, a Vanity Fair (...) En 1967, recién licenciado de su última prisión, viajó a San Francisco, conoció a algunos jóvenes hippies y se trasladaron a Los Ángeles. Vivían en comuna. La mayoría, veinteañeros. Manson, entrado ya en la treintena, con aspiraciones de convertirse en estrella del rock. Allí, entre noches de LSD y sexo, sonaba el Álbum blanco de los ingleses. Y un tema se repetía en bucle: Revolution 9. En él, una voz anónima y monótona repite incansable: “Number nine, number nine, number nine...”. Manson, según la teoría que estableció el fiscal, Vincent Bugliosi, y que corroboraron algunos de sus antiguos compañeros, lo escuchaba obsesivamente. Pensaba que los Beatles le enviaban un mensaje. “Number nine, number nine, number nine...”. Buen conocedor de la Biblia desde su estancia en prisión, acudió al Libro del Apocalipsis, capítulo 9. Y en él leyó: “El quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que cayó sobre la tierra; y se le dio la llave del pozo del abismo”. Después continuó escuchando Revolution 9, y a John Lennon repitiendo “right, right, right”. Pero él entendía “rise, rise, rise” (álzate) . Y en la voz de McCartney —“Go Helter skelter, Helter skelter, Helter skelter”— halló el impulso final a su visión personal del Apocalipsis: su Helter skelter. Según su premonición, en Estados Unidos se desataría una guerra racial entre blancos y negros. Ganarían los segundos, que acabarían con los primeros. Salvo con Manson y los suyos, que se esconderían en una legendaria ciudad perdida en el desierto —de ahí “la llave del pozo del abismo” que Manson creía tener— hasta que los negros, inferiores e incapaces de dirigir el mundo, les entregasen las riendas del planeta. Eso era Helter skelter**.** ** Así era la revolución que llegaba, según estableció Bugliosi durante un juicio que duró nueve meses y que aún hoy es un espectáculo.** (...)