En la columna de Literatura de hoy hablamos sobre la novela del escritor panameño Joaquín Beleño (1922-1988) llamada Los forzados de Gamboa (1960), cuyo argumento transcurre en una cárcel ubicada en la llamada Zona del Canal, que hacia mediados del siglo XX era un enclave colonial estadounidense en pleno suelo latinoamericano. Hacemos una introducción a la historia y la geografía de la región, y hablamos sobre los intereses económicos que dieron origen a la construcción de esta colosal obra de la ingeniería mundial. La novela nos ofrece un poco de claridad sobre una zona que generó una complejidad de traumas sociales en la población panameña, debido a la forzada existencia de un territorio extranjerizado donde los norteamericanos actuaban de manera arbitraria y caprichosa, solamente en beneficio de sus propios intereses, sometiendo sin contemplaciones a la gente local.
Continuamos nuestro recorrido por el gran continente latinoamericano, esta vez mediante la novela del escritor boliviano Ramón Rocha Monroy (1950) llamada El run run de la calavera (1986), cuya trama se desarrolla durante el Día de Muertos en un pequeño pueblo de Cochabamba. Desde una perspectiva satírica, delirante y llena de humor, el autor rompe con gran parte de la tradición literaria boliviana y ofrece una trama capaz de fisurar el universo racional basado en la dualidad cartesiana. Los muertos deciden salir del cementerio y alborotan todo el pueblo. Se comportan de un modo entre cómico y absurdo: tratan de no lucir andrajosos, de no oler a muerto, se lavan los dientes con pasto, lloran lágrimas de barro. No son fantasmas o almas que han venido del más allá, son cuerpos muertos que han salido de sus tumbas para emborracharse con sus familiares y amigos que todavía están vivos. Considerada una de las novelas esenciales de la literatura boliviana, su autor desborda talento para tratar con humor la cercanía de la muerte y asomarse a ese abismo de contradicciones que nos produce negar algo que tan profundamente nos pertenece.
Hoy en Imaginación es Poder hermanamos la columna literaria con la fiesta popular de la Fogata de San Juan. Vinculamos la celebración del solsticio de invierno y la renovación que expresa la hoguera, con la gran novela de Mario Benedetti, titulada "Gracias por el fuego". Narra la historia de Ramón Budiño, cansado de vivir a la sombra de su padre, empresario y magnate político, y su necesidad de romper con ese vinculo que lo intoxica y no lo deja resolver sus encrucijadas. Una drástica desición lo ayudará a abrirse camino, pero el gran interrogante es si está a la altura de llevarla a cabo.