En estos momentos del año es usual desearnos “Felicidades”. Pero, qué nos
deseamos en realidad? Qué significa ser feliz? Es posible serlo? Una nueva
entrega de Al Filo -columna que intenta poner una mirada filosófica sobre
algunas cuestiones- en su última versión 2017, desarrolla en el Deportivo
Uruguay, el episodio llamado “La felicidad, ja ja ja ja”, de la mano de
Marcelo Fernández Pavlovich. En la columna de se presentó al griego Epicuro de
Samos, nacido en el año 341 AC, fundador de El Jardín, que no era tanto un
centro de enseñanza, sino más bien un lugar de reunión y convivencia entre
amigos (incluidas mujeres y esclavos). Comparte cartel dentro de las llamadas
escuelas morales con estoico, cínicos y cirenaicos. Estas escuelas se
caracterizan por tomar a la filosofía de una forma eminentemente práctica.
Esto es, apoyados en ciertos conceptos teóricos, se vive en base a ellos, no
solo se postula una corriente filosófica, se vive como un filósofo.
Conversamos sobre su idea de Felicidad y su manual de uso, donde se desarrolla
los componentes de lo que Epicuro llamó el “Tetrafármaco” (con cuatro
elementos fundamentales): no temer a la muerte (porque estar vivo pensando en
la muerte es de persona necia porque cuando ella está, nosotros no; no temer a
los dioses; asumir al dolor como pasajero (contar con los demás en el concepto
de amistad) y asumir al placer como accesible.
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En estos momentos del año es usual desearnos “Felicidades”. Pero, qué nos
deseamos en realidad? Qué significa ser feliz? Es posible serlo? Una nueva
entrega de Al Filo -columna que intenta poner una mirada filosófica sobre
algunas cuestiones- en su última versión 2017, desarrolla en el Deportivo
Uruguay, el episodio llamado “La felicidad, ja ja ja ja”, de la mano de
Marcelo Fernández Pavlovich. En la columna de se presentó al griego Epicuro de
Samos, nacido en el año 341 AC, fundador de El Jardín, que no era tanto un
centro de enseñanza, sino más bien un lugar de reunión y convivencia entre
amigos (incluidas mujeres y esclavos). Comparte cartel dentro de las llamadas
escuelas morales con estoico, cínicos y cirenaicos. Estas escuelas se
caracterizan por tomar a la filosofía de una forma eminentemente práctica.
Esto es, apoyados en ciertos conceptos teóricos, se vive en base a ellos, no
solo se postula una corriente filosófica, se vive como un filósofo.
Conversamos sobre su idea de Felicidad y su manual de uso, donde se desarrolla
los componentes de lo que Epicuro llamó el “Tetrafármaco” (con cuatro
elementos fundamentales): no temer a la muerte (porque estar vivo pensando en
la muerte es de persona necia porque cuando ella está, nosotros no; no temer a
los dioses; asumir al dolor como pasajero (contar con los demás en el concepto
de amistad) y asumir al placer como accesible.
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